sábado, 14 de julio de 2012

NUESTRO PEQUEÑO CUENTO

Hola a todos de nuevo, por error he olvidado subir el último de los capítulos de nuestro cuento de 5º D. El correspondiente con la compañera Carmen. 




Aprovecharé esta oportunidad para explicar cual es el estado del cuento.
   TODOS LOS ALUMNOS HAN TENIDO LA OPORTUNIDAD DE PARTICIPAR EN ESTA EXPERIENCIA (A EXCEPCIÓN DE PABLO Y CARLA NAVARRO POR FALTA DE TIEMPO)
 LA IDEA INICIAL DE ESTE CUENTO ERA QUE TODOS PARTICIPARAN, QUE LA LITERATURA FUERA EL MECANISMO PARA MOTIVAR A LOS ALUMNOS EN LA LECTURA, LA ESCRITURA, LA IMAGINACIÓN, LA CREACIÓN, ETC.
EL SEGUNDO DE LOS PASOS ERA LA PUBLICACIÓN DEL CUENTO EN FORMATO LIBRO, SERÍA NUESTRO PRIMER LIBRO CREADO Y PUBLICADO ÍNTEGRAMENTE POR NOSOTROS.
AHORA MISMO, TODO ESTE PROCESO SE ENCUENTRA EN EL SIGUIENTE PUNTO, ESTAMOS A FALTA DEL CAPÍTULO DE PABLO Y CARLA N. POSTERIORMENTE FALTARÍA UN CAPÍTULO GENERAL QUE LE DARÍA SU PUNTO Y FINAL, DISEÑAR LA PORTADA Y LAS ILUSTRACIONES, HACER CORRECCIONES Y POR FIN ENVIARLO A LA COMPAÑÍA QUE LO EDITARÁ.


A CONTINUACIÓN EL CUENTO 
CON LOS 
25 CAPÍTULOS 

CAPÍTULO Nº 1
A las siete en punto de la mañana entró en el edificio del colegio la directora, Teodora Martínez. Nadie podía imaginarse lo que había ocurrido esa noche en el colegio. Después de colgar su abrigo en el armario, partió a hacer la ronda por el edificio. Todas las mañanas abría primero la puerta de la planta baja y luego la de la primera planta. Era el 26 de octubre, próximo a la fiesta de Halloween. Acababa justo de pasar por la penúltima clase de la primera planta cuando se detuvo en seco. Extrañada, arrugó su frente y se tocó el pelo. Con cuidado pegó la oreja a la puerta. No se había equivocado. De la clase salían ruidos…
Teodora, que nunca había sido muy valiente, reunió fuerzas para entrar.
Puso con cuidado su mano derecha en el tirador de la puerta y con mucha suavidad la empujó. Podía oír el latido de su propio corazón ¡pum, pum, pum…!
Entró y vio en el centro del aula como una compuerta que jamás había visto anteriormente. Trató de recordar la cantidad de veces que había estado en esa misma aula y nunca había visto nada parecido.
Muy lentamente inspeccionó el aula. Estaba toda manchada de sangre, desordenada, muebles rodados, libros por los suelos…
Entre el caos y el estupor, pudo entreoír un ligero llanto y además como una llamada de socorro justo debajo de la mesa principal. Se acercó lentamente y vio a Bernardo, su compañero de matemáticas. Estaba cubierto de sangre, cortes y cicatrices.
Bernardo no dejaba de señalar la compuerta y finalmente dijo:
_ ¡Por ahí! señalando la compuerta.
Ambos horrorizados, decidieron bajar.
Encontraron muchos pasadizos pero escogieron el primero de ellos para avanzar.


CAPÍTULO Nº 2       NATASHA
A los lados del pasadizo colgaban antorchas que iluminaban el camino. Teodora decidió coger una y su compañero Bernardo la imitó, comenzaron a caminar y a medida que avanzaban pequeños seres se movían entre sus píes, eran enanitos de color azul - ¿qué es esto? – Preguntó Bernardo – parecen minipitufos – se les subían por las piernas haciéndoles muchas cosquillas, y enredándose en ellas, lo hacían tambalearse - ¡Que monos! – Dijo Teodora y acercó su antorcha para verlos más de cerca, Teodora pensó que era imposible pero ya los había visto antes ¡En el libro de ciencias!- gritó.
-¡Bernardo!, ¡corre, corre! Estos enanos tienen unos colmillos enormes, te chuparan toda la sangre, y te convertirán en piedra.
Teodora por primera vez deseó que su libro de ciencias estuviera equivocado.
Corrieron como alma que se lleva el diablo buscando una salida a ese pasadizo.
En su huida tan desesperada, perdieron las antorchas, se tropezaban con los malditos enanos, los hicieron caer, una y otra vez y algún que otro pegote azul dejaron estampado en las paredes.
Cuando ya casi no les quedaba aliento alguno para continuar, Teodora vio una luz a lo lejos, le grito a Bernardo. – ¡Corre, ya veo la salida!-.
-¿Qué pone ahí arriba?- gritó Bernardo.
-¡Está muy lejos, no lo puedo leer!, le dijo Teodora.
Arriba, en lo alto del túnel, ponía. “Salida del Túnel de la Fantasía”.



CAPÍTULO Nº 3      ADRIÁN
Teodora y Bernardo  salieron  del Túnel de Fantasía, imaginan que les llevará de  regreso a la penúltima clase de  la primera planta, donde comenzaron sus pesadillas.
Después de un buen rato caminando, Teodora  se detiene un segundo, “está temblorosa “, mira con cara de preocupación a su alrededor. La estatua que tiene a su izquierda, azul, con forma de diablillo, no es la primera vez que la ve, antes pasó por delante de una igual.
Teodora dice:
¡Ay!! Bernardo, creo que estamos en un laberinto.
Bernardo no contesta, Teodora extrañada se da la vuelta y da un grito,
¡AAAHHH!!!!!!,- ve como Bernardo se está poniendo azul, peludo y con los ojos sangrientos.
Teodora tiene mucho miedo, pero le  mira a los ojos y pregunta;
¿Bernardo que te está pasando?
Bernardo  mira  asustado sus manos peludas, que parecen garras de…, después mira la cara de terror de Teodora.
Teodora le dice:
 - Esto es culpa de los minipitufos, yo tenía razón, son malignos y peligrosos,  te han contagiado un virus mostrouso.
Teodora una vez más, mira asustada a Bernardo, y  decide salir corriendo, cuando tan solo había recorrido un metro, se para y piensa, “es mi amigo, no puedo dejarlo solo”.
Teodora llama a Bernardo y entre los dos deciden ir en busca de un antídoto.
Unos metros mas adelante, se encuentran con un cartel que pone:
Si a la derecha vas, aventuras tendrás y si a la izquierda giras, nunca saldrás de Fantasía.



CAPÍTULO Nº 4      SABINO
Teodora y Bernardo no dudaron en dirigirse a la derecha.
Después de caminar unos cuantos metros divisaron una luz a lo lejos.
Teodora le dijo a Bernardo con voz temblorosa;
Iremos con cuidado, pues este silencio no me gusta.
A lo que Bernardo le contesto;
- Espero que encontremos una cura para volver a tener mi aspecto, ya que sino me quedaré soltero.
- ¡Ja ja ja! - rieron en silencio.
Llegaron a una caverna enorme, sus paredes desprendían luz propia, y de ellas asomaban todo tipo de estatuas, unas grandes que de sus ojos desprendían una luz roja y otras más pequeñas que por sus bocas salían unas llamaradas de fuego continuas.
Cuando habían visualizado toda la caverna, se dieron cuenta que en la parte más profunda de ella había un Mago y detrás de él dos puertas de colores.
El Mago les pedía con sus manos que se acercaran, Teodora y Bernardo se miraron, estaban sudorosos, aunque con gran temor no dudaron en acercarse.
El Mago una vez que los tuvo de frente y los había observado de arriba abajo, les preguntó,
-  ¿qué hacéis aquí?, ¿qué queréis?-
- Queremos una cura para mi amigo-  contestó Teodora.
A lo que el Mago les contesta;
Si una cura queréis un favor me haréis.-
¡Decidme¡ ¡Decidme¡- Dijo Bernardo un poco exaltado. 
- Lo que quiero es deshacerme de esos malditos minipitufos azules, poco a poco se están acercando a mi caverna y  yo no puedo salir de aquí, perdería todos mis poderes, lo tenéis que hacer por mi.
- ¿Cómo lo haremos?- Dijo Bernardo, - si son muchos y diabólicos.-
- Yo no quiero que mi amiga Teodora se contagie de este virus monstruoso.
El Mago muy tranquilo se dirige hacia ellos y les dice:
- Coged estas espadas, son pesadas pero tienen una magia interior, con ellas, os será más fácil eliminarlos.
Teodora y Bernardo se armaron de valor, retrocedieron  el camino recorrido y a mitad de este ya estaban aquellos malditos minipitufos, más cerca de lo que esperaban.
Lucharon con todas sus fuerzas, las espadas una vez que las alzabas desprendían una fuerza sobrenatural.
Fue una masacre, cabezas, piernas y brazos azules por todos lados, pero ellos no se rindieron hasta eliminarlos a todos pues la recompensa lo valía.
Una vez acabado el trabajo Bernardo y Teodora se dirigieron a la caverna del Mago.
 Mientras caminaban hacia él, Bernardo empezó a sentir un escalofrío por todo el cuerpo.
Su aspecto empezó a ser el de siempre, estaba emocionado, contento por volver a ser el de siempre y Teodora no le podía quitar los ojos de encima.
Sin darse cuenta ya estaban delante del Mago.
Bernardo y Teodora le comunicaron que ya habían eliminado a todos los minipitufos, a lo que el Mago asintió con la cabeza y dijo
- Por eso tú, Bernardo, has vuelto a tener tu aspecto de siempre.
- Seguidamente El Mago les dijo:
Si queréis salir de aquí, una de esas dos puertas de colores habréis de elegir.



CAPÍTULO Nº 5      ADRIANA
La primera de las puertas, la  de color verde con un trébol de cuatro hojas. Y la otra era amarilla con un inmenso trece. Y un cartel donde decía “Las apariencias engañan”.
Teodora y Bernardo se miraron extrañados y se dijeron, ahora cuál elegimos para salir de esta pesadilla.
Teodora dijo – tenemos que resolver este enigma ¿pero cómo? Y Bernardo pensó en voz alta, - si el trébol  ha sido siempre un símbolo mágico protector y de buena suerte…y el trece según los Maya, para atraer la mala suerte, casi la muerte…,” es difícil la elección”.  Teniendo en cuenta  lo que dice el cartel.
Entonces los dos dijeron a la vez: ¡que lo decida el azar!
Teodora dijo – si es cara, la verde. Bernardo – a sintió.
Cuando se disponían a lanzar la moneda al aire, los dos se miraron esperando que la suerte estuviera de su lado y Teodora dijo –espero que esta aventura se termine aquí.
Y se hizo el silencio como si de una tumba se tratase y de repente plas…! el sonido de la moneda chocando con el suelo, su destino estaba decidido.
Había salido cara, entonces Bernardo agarro el pomo de la puerta y los giro un poco, le hizo falta un poco de fuerza, para poder abrirla, ya que llevaba demasiado tiempo sin usarse, su chirriante sonido era ensordecedor. Y se abrió,  les envolvió un aire fresco venia de una especie de jardín lleno de plantas.  Un pajarillo los recibió revoloteándoles sobre sus cabezas.
Teodora dijo – que paisaje más hermoso pero no hemos llegado a la clase, tal vez esté detrás de este camino. Y Bernardo asintió con la cabeza.  Y dijo – Abrá que descubrirlo.


Y se pusieron en marcha.
Había plantas muy parecidas a las que ella antes había visto, en su libro de ciencias.
Al caminar por una especie de sendero lleno de piedras de diversos colores, se dieron cuenta de que aquel pajarillo que los había recibido al entrar, los seguía, cuando de repente zass…!
Una de las plantas exóticas que Teodora había reconocido de su libro de ciencias parecía como si creciera por momentos  y de su tallo salían una ramificaciones  como brazos, y repente una de estas, atrapo al pájaro y este desapareció.
Los dos dijeron  - corre, corre, son plantas carnívoras, tenemos que encontrar la salida.
Corrían sin mirar a otras plantas por miedo que les pasara lo mismo.
Avanzaron mucho pero parecía como si siempre volvieran al mismo sitio. En una de las zonas donde había menos vegetación se pararon. Y recuperando el aliento,  bajo sus pies sintieron que algo les impulsaba hacia abajo eran arenas movedizas, que lentamente los estaban……………………………



CAPÍTULO Nº 6    EYERUS
Mientras todo esto ocurría,  en el colegio empezaba una nueva jornada escolar. 
Ese día no había clase en “el aula encantada”, pero dos hermanos, que pasaban cerca, escucharon los ruidos de su interior.
Bereguet y Lomesgana decidieron entrar, a pesar de que estaban algo asustados.
Al abrir la puerta del aula vieron la extraña compuerta que nunca antes habían observado. Estaba medio abierta, así que, sin más, la traspasaron.
Una vez en su interior, los extraños ruidos continuaban…
Bereguet, ¿a ti no te parece esto muy raro? – preguntó Lomesgana.
Sí, Lomesgana, pero continuemos a ver adónde nos lleva.
De acuerdo. ¡Parece que estemos en uno de nuestros videojuegos! ¡Es muy emocionante!
Los dos hermanos recorrieron el estrecho pasillo que finalmente los condujo al lugar en el que estaban atrapados la directora y el profesor de matemáticas.
¡Socorro, ayuda!- gritaban Teodora y Bernardo.
¡Qué alivio sintieron cuando vieron aparecer a los dos muchachos!
Bereguet y Lomesgana, asombrados ante la visión de sus profesores hundidos en una especie de pantano, se dirigieron rápidamente para ayudarlos.
-No podemos acercarnos demasiado a ellos, pues acabaríamos igualmente tragados por las arenas movedizas. Necesitamos algo para que se sujeten- sugirió Lomesgana.
Así que los dos chicos empezaron a buscar entre el jardín algún palo. Al cabo de unos minutos, Bereguet encontró uno lo suficientemente largo y ancho para sujetar a los profesores.
Tras conseguir sacarlos, las preguntas de los chicos se sucedieron sin parar, aún sorprendidos por todo lo acontecido.
Los profesores,  intentando recobrar el aliento y superar el susto, no eran capaces de articular palabra,-¿estaremos soñando?-pensaban ambos sin dar crédito a todo lo vivido.
Mientras intentaban recuperarse, apareció una figura angelical con rostro infantil que les propuso un nuevo reto para salir de aquel lugar:
-Si de aquí queréis salir otra puerta debéis elegir- dijo el ángel señalando dos nuevas puertas, de colores rosa y rojo y desapareciendo a continuación.
- ¡Esto debe de ser una pesadilla!-exclamó la directora-Voy a cerrar los ojos y contar hasta diez a ver si desaparece.
1, 2, 3…
Pero no fue así, y cuando abrió los ojos observó como ya los chicos y Bernardo estaban discutiendo sobre qué puerta elegir.
Lomesgana sugería la rosa, creía que el rojo iba ligado al mal, mientras que Bernardo y Bereget pensaban que el rosa suponía seguir la fantasía.
Así que, finalmente, deciden echarlo nuevamente a cara o cruz, de forma que si sale cara abrirán la puerta rosa.
Tras lanzar la moneda, y cuando ya se disponían a abrir la puerta roja surgió de esta un duendecillo que no paraba de bailar como un loco y de gritar ¡me habéis liberado!...



CAPÍTULO Nº 7   JORGE
El duende les pregunta que si querían salir de aquel infierno, ellos asintieron sin mirar atrás, pero el duende les dijo:
-Si de aquí queréis salir por aquí deberéis seguir, pero si el misterio queréis descubrir otra puerta tendréis que elegir-.
Teodora y los demás escogen la puerta que el duende les indicó, llegaron a la entrada de la compuerta donde todo empezó, allí se encuentran con Alba la curiosa, los cinco le preguntaron que  cómo había llegado hasta ahí y ella a su vez les pregunto qué hacían en aquel extraño lugar, Bernardo le explicó lo ocurrido.
Recordando lo que les dijo el duende, decidieron escoger otra de las tres puertas iniciales para resolver el misterio de “La clase encantada”, podían escoger una con una calavera o una con un corazón, entonces recordaron lo que les dijo el mago “Las apariencias engañan” así que decidieron escoger la de la calavera.
Llegaron a una llanura con un solo árbol, era un peral, pero era un peral encantado.
-¡Habla! - grito Alba.
Los cinco huyeron despavoridos cuando de repente el peral les lanza una de sus veintidós peras somníferas. Los cinco cayeron en un profundo sueño; Teodora sueña con salir de ese tenebroso lugar, Bernardo con operaciones como de costumbre, las dos hermanas con vivir más aventuras, y Alba con que Bernardo no marque más divisiones  difíciles.
Al despertar estaban en un pasillo ensangrentado hasta los topes, vieron cadáveres petrificados y se encontraron con muchas serpientes. Teodora y los niños se dieron cuenta de que era la mitológica Medusa (quien con apariencia de sirena y serpientes por pelo, tenía el poder de convertir en piedra a todo aquel que se atreviera a mirarla) la cual la habían visto en su libro de ciencias, tuvieron que correr durante media hora. Los cinco estaban muertos de cansancio, cuando de repente, Alba mira para atrás y se convierte en piedra. Teodora y las hermanas consiguen transportar a Alba hasta el final del túnel, donde había una de las serpientes de medusa que les hizo la promesa de ayudar a Alba si ellos la devolvían con su ama Medusa. Teodora le dijo que era imposible porque medusa los petrificaría, la serpiente les dijo si os ponéis estas gafas mágicas no os podrá petrificar. Los seis volvieron hasta donde estaba Medusa y devolvieron a la serpiente con su ama, Alba volvió a ser normal y los cinco siguieron su camino y se encontraron con dos puertas más, una de color dorado y otra de color negro. De nuevo lanzaron una moneda al aire de modo que si salía cara irían por la puerta dorada y salió…    
       
CAPÍTULO Nº 8  GUILLE
¡CRUZ …… Jooh…!la puerta NEGRA…!
Sin decir nada, todos pensaron: “No puede ser peor que todo lo que hemos pasado ya…..”.
- Todos detrás de mí…. Y con cuidado… - dijo Teodora.
Nada más abrir la puerta se quedaron boquiabiertos. No podían dar crédito a lo que veían…
El paisaje enfrente de ellos era alucinante, a un lado se divisaba numerosas casas, chozas, muchas de ellas iluminadas de forma rudimentaria, con antorchas y velas, y al otro lado se extendían grandes llanuras con numerosos árboles y un precioso río, nada caudaloso, del cuál se aprovecharon todos para beber.
Teodora hizo un gesto y todos se detuvieron en seco.
- Yo la probaré primero, quiero comprobar si es potable.
Introdujo las dos manos en el río y las llenó de agua, bebió un sorbo y dijo: “ ¡Está estupenda ….!
Y todos se apresuraron a beber también.

Tras saciar su sed, decidieron emprender la marcha hacia el enorme poblado por un sendero que parecía haber sido transitado anteriormente.
Se respiraba tranquilidad en el ambiente, y eso, al menos, transmitía al grupo la certeza de que al menos esta vez habian tenido suerte en la elección de la última puerta que habían cruzado.
De repente un ruido rompió el silencio reinante, todos se miraron unos a otros tratando de averiguar de dónde provenía…
- ¿Qué es ese sonido? – preguntó Bernardo…
- No sé exactamente – respondió Teodora – no sabría decirlo, pero se trata de un sonido un tanto familiar para mí…
- ¡Mirad,- gritó Lomesgana, allí …. Es una caravana de camellos…
Teodora  agitó en alto sus brazos a la vez que gritaba -“Eooooo… Aquíííí …”
El hombre que montaba el primer camello giró su cabeza y vió a nuestros amigos. Hizo un gesto hacia otro, que caminaba a su lado a pie y que llevaba el camello con una especie de correa, y la comitiva se detuvo.
Teodora y los demás corrieron, llegando justo hasta la caravana de camellos.
- ¡ Qué gente más extraña¡- dijo Bereguet, no debemos fiarnos de ellos …
- Debemos estar en África o en alguna parte de Oriente, he visto esas vestimentas en  mi libro de Ciencias … dijo Teodora, quien tomando la iniciativa dijo:
- ¡Hola, somos amigos … ¿Hablan nuestro idioma?-
- Por supuesto… contestó uno de los hombres que montaban en camello. Se trataba de un señor mayor, pelirrojo, llevaba un turbante en su cabeza y tenía una poblada barba que llevaba tiempo sin cortarse.
- Me llamo Gaspár- dijo, - y estos son mis amigos Melchor y Baltasar… ¿quiénes sois vosotros?, ¿de dónde habéis sacado esas ropas tan extrañas?, ¿de qué aldea venís?-
Teodora exaltada por lo que estaba viendo y por lo que sus oídos acababan de escuchar, mirando a sus amigos les dijo en voz baja: - ¡Se trata nada más y nada menos que de Los Reyes Magos…!
- Verá Señor Gaspár, mi nombre es Teodora, y estos son Bernardo, los hermanos Bereguet y Lomesgana y la pequeña se llama Alba. Lo que nos ha ocurrido tiene una muy difícil explicación, pero si nos dan ocasión, estaremos encantados de contárselo a ustedes…
- Nos dirjimos a Belén, pero esta noche dormiremos en esa aldea de allí llamada Nazaret – dijo Melchor – Estaríamos encantados de que fueráis nuestros huéspedes y así poder escuchar esa maravillosa historia vuestra… ¿Qué dices tú amigo Baltasar?, ¿Los llevamos con nosotros?
- Por supuesto- contestó con voz grave un enorme Señor de raza negra, cuyo aspecto era de una mezcla de fortaleza y elegancia a partes iguales.
Bernardo le susurró a Teodora: - Nunca he echado en falta tanto mí móvil como en este momento… nadie nos va a creer cuando lo contemos.
Los cinco montaron a lomos de los camellos, no sin la ayuda de los hombres que iban a pie, que obligaron a los animales a doblar su patas y sentarse en el suelo para que nuestros amigos pudieran subir con más facilidad, sobre unos fardos cargados de mercaderías.
Una vez acomodados, el grupo al completo puso rumbo a  Nazaret
CAPÍTULO Nº 9 YEROVER
Para llegar a Nazaret, tenían que seguir a una estrella por el camino. Cuando llegaron  al  pueblo de Nazaret  vieron muchos mercadillos de fruta, verdura, sábanas, alfombras, etc.
Melchor tenía un amigo allí, les dejó dejar los camellos con la mercadería en su establo,  y a ellos los dejó dormir en su casa.
 Él se llama Alberto y tiene una mujer y un hijo que se llaman Moria y René. Al siguiente día se despertaron, se prepararon  y cogieron los camellos para continuar su camino, pero antes  de irse se despidieron de ellos.
-¡Tardaron tres días en llegar a Belén!
Allí, los Reyes Magos tenían que entregar unas ofrendas al anochecer al niño Jesús, y a su vez les acompañaron Bernardo, Teodora, Lomesgana, Bereguet y Alba.
Los tres reyes se quedaron en Belén, acompañando  al niño Jesús, y los demás continuarían el camino.
Antes de marchar se dieron cuenta que detrás del pesebre habían dos puertas. Una con una gran campana negra y la otra una estrella, otra vez lo decidieron a cara o cruz, lanzaron la moneda de modo que si salía cara sería la puerta de la estrella y si salía cruz pues la puerta de la gran campana negra, tiraron la moneda  y salió cara, ¡bien la estrella! exclamaron los cinco, ya que a todos les parecía mejor la puerta de la estrella.
Tras pasar la puerta notaron como si hubiesen sido transportados en el tiempo.
 Llegaron a un lugar donde ya no existía el mal, todo era bueno, divertido, las personas se trataban entre ellas muy bien, les parecía un lugar mágico, ya que era difícil encontrar un lugar donde las personas se comportaran así.
Una de las personas que allí vivía se acercó a ellos y les preguntó quienes eran, y cual era la causa por  la que estaban tan sorprendidos, ellos le contestaron que de dónde venían, la gente solían tener conflictos, y a veces no eran tan buenas como aquí.
Como ya se acercaba la noche, y no conocían a nadie le preguntaron al señor donde podían alojarse. Como era un lugar donde la gente era muy amable, pues el señor que se llamaba Jacobo les ofreció cobijo en su casa. Al llegar a la casa de Jacobo, se fijaron que detrás de la casa había una luz muy intensa.
Cuando terminaron de cenar, la curiosidad les hizo ir a mirar que era lo que tanto alumbraba. Una vez cerca de esa luz tan intensa, pudieron ver que era una lámpara muy extraña con una forma nunca jamás vista, se quedaron perplejos ya que a lo que iluminaba esa lámpara era a una flor muy bonita.
Iban a tocarla, pero antes de que lo hicieran llegó Jacobo y les grito ¡quietos ¡ no la toquéis es una flor muy especial, es la flor de la bondad, gracias a ella este lugar  es como ustedes ven, si la tocan pierde su fuerza y entonces el pueblo se convierte en un pueblo como el vuestro, sin amor, sin ayuda a los demás, y sería el caos.
Curiosos con esa flor, le preguntaron a Jacobo que si podrían conseguir una flor igual para llevársela ellos a su mundo, pero les contesto que eso no podía ser, ya que era la única que existe.
Ellos se quedaron tristes ya que les gustaría poder llevarla para que su mundo fuera igual de bueno que este.
CAPÍTULO Nº 10 NEREA
Volvieron a la casa, se despidieron de Jacobo y fueron a una habitación que la mujer de Jacobo les había preparado.
Dormían plácidamente por el cansancio y la locura de lo ocurrido hasta que despuntando el alba les despertó un gran albedrío. Con una patada abrieron la puerta, se quedó colgando de una sola bisagra, los cinco se sobresaltaron y dando un brinco se quedaron  sentados en la cama, con el corazón saliéndose de la boca.
Jacobo entró como una exhalación  dando voces. ¡¡¡ Levantad ya, lo pagareis!!! Gritaba sin parar. Casi sin poder ni vestirse y a empujones los sacaron a la calle, donde los esperaba mucha gente, vamos, todo el pueblo.
Gritaban insultos, que les hicieran esto, que les cortaran lo otro, no entendían nada y cuanto más preguntaban más cosas les decían. Portaban palos, horcas y otros objetos que mejor no pensar que se podrían hacer con ellos.
A trompicones los llevaron a los cinco a la plaza del pueblo, Teodora y Bernardo tapaban como podían los golpes y empujones que la muchedumbre les lanzaba, a ellos y sobre todo, a los muchachos.
Por fin Bernardo reunió un poco de valor y se enfrentó al gentío, ¡¡¡ Por qué nos hacéis esto, no os hemos hecho nada, escuchad un momento!!! A lo que le contestaron dándole un puñetazo en la cara y el pobre Bernardo dio con sus huesos en el suelo. De un puntapié Jacobo que iba detrás lo levantó y siguió empujándolos.
En medio de la plaza la gente había dejado un claro al cual dirigían a los cinco.
Teodora y Bernardo por los flancos, dejando a los muchachos que lloraban desconsoladamente en el centro, llegaron por fin al centro la plaza.
Jacobo salió de entre la muchedumbre enfurecida y con voz amenazante dijo:
-Por qué nos pagáis así, ¿no nos hemos portado bien con vosotros?
Teodora respondió con voz temblorosa:
-No sabemos qué ha pasado, de verdad, si nos cuentas algo podremos llegar a la solución, estas no son maneras y menos a los muchachos.
Jacobo dijo:
-Alguno de vosotros o de esos niñatos habéis intentado llevaros la flor que nos protegía, y tal como os dije ayer, la  habéis destruido.
Bernardo dio un paso adelante y con voz altiva dijo:
-Ninguno de nosotros hemos hecho nada, y mirando a los muchachos añadió, -verdad muchachos, decídselo a todos ¿verdad que no habéis hecho eso?.
Lomesgana palideció entre sollozos en ese mismo instante. Como decírselo a todos que fue con buena intención, pensó para sí misma. Como contarlo sin que toda esta gente no nos apaleen en este momento. Lloraba y lloraba pero no se podía ni mover del miedo que paralizaba su cuerpo.
De repente Alba dio un grito de horror que recorrió el cuerpo de todos los asistentes en la plaza. Una piedra había alcanzado la cabeza de Bereguet, el cual había caído como un saco de papas al suelo, inconsciente. Teodora corrió como un rayo a recogerlo en lo que la plaza se hizo un silencio total cuando por arte de magia   apareció en lo alto de las cinco una luz muy brillante que fue descendiendo y envolviendo a los asustados extranjeros.
Todo fue muy rápido, la luz era cegadora, pero a su vez cálida y calmada, los cuatro se miraban entre ellos atónitos de la nueva situación pero temerosos de donde estarían nuevamente. Realmente no estaban en ningún lado puesto que parecía que estuvieran suspendidos en el aire pero pisaban un suelo invisible.
Poco a poco Bereguet fue recobrando la consciencia y empezaron a preguntarse entre ellos que es lo que había sucedido, todos no, había alguien que se había separado un poco del grupo y de rodillas decía sin parar:
-Fue sin querer, Fue sin querer, yo no quería.
Alba se acercó a Lomesgana y le preguntó sin miramientos:
-por qué dices eso, que has hecho, cuéntanoslo ya.
Bernardo intermedió entre los dos y añadió:
-Vamos a tranquilizarnos un poco y sopesar la situación.
Teodora se acercó a Lomesgana y le dijo con voz tranquilizadora:
-Me imagino que has tenido algo que ver pero lo hecho, hecho está, solo te pido que para la próxima vez espero que te estés quietecita o de lo contrario te pondré a barrer todo el colegio con un cepillo de dientes. Todos dibujaron una sonrisa en la boca. De repente una voz resonó en el espacio diciendo:
–        De lo hecho ya lo pagareis, de momento pasar por esa puerta.
En ese instante apareció una puerta.


Capítulo Nº 11 Malena
Teodora, Bernardo, Bereguet, Alba y Lomesgana atravesaron la puerta. Cuando se vieron a salvo en un  lugar insólito por la belleza que les rodeaba, no daban crédito. Aquello era un paraíso de belleza tal que parecía de cuento.
De repente del bolsillo del pantalón de Lomesgana se oyó una voz.
-¡Tengo sed, tengo sed!
Todos miraron a su alrededor pero no acertaban a entender lo habían oído. Lomesgana callaba.
La directora, Teodora, al verla sigilosa le preguntó:
-¿Qué pasa Lomesgana?
Lomesgana estaba asustada no dando crédito al susurro de voz que salía de su bolsillo:
-¡Tengo sed, tengo sed!
Bernardo dijo:
-¡Esa voz sale de tú pantalón Lomesgana!
Esta se desplomó y sacando la flor que protegía al pueblo de Jacobo, se la mostró al resto.
La flor estaba como arrugada. Necesitaba agua para que volviese a ser como antes.
De repente, Bereguet y Alba, a la vez apuntaron:
¡Allí, allí hay una fuente!
Teodora y Bernardo apremiaron al resto del grupo para con rapidez acercarse a la fuente y así devolver a la vida a aquella flor que estaba sedienta y con riesgo de marchitarse para siempre.
Al llegar a la fuente, una niebla que parecía celestial la envolvía, así como al entorno. Era como un rayo de luz irresistible que perturbaba los ojos de todos.
Un pajarillo posado en una piedra junto al agua, en lugar de trinar, hablaba y de su pico se oía:
¡Esta es la fuente de la vida y del amor…y todo aquel que beba de su agua se convertirá en una persona mejor!
Teodora, Bernardo, Bereguet, Alba y Lomesgana quedaron impresionadas y, en lugar se ser ellos los primeros en beber, recordaron que quien más necesitada era la flor que se habían llevado y que estaba muy mustia.
Lomesgana, con un cuidado especial la extrajo de su bolsillo y, cuidadosamente, sujetada por su mano, la introdujo en la pequeña corriente de agua que manaba de la fuente.
La flor, al contacto con el líquido elemento, volvió a la vida en segundos, recobrando la belleza que portaba cuando Lomesgana la había robado y dijo:
-¡Soy la flor del amor y la bondad!
Fue cuando Teodora, apuntando a Lomesgana le dijo:
-¡Vas a limpiar todo el colegio con un cepillo de dientes por ladrona!
Bernardo intervino urgentemente:
-¡Tampoco se trata de eso Teodora. Si tenemos la flor del amor con nosotros, aún Lomesgana está a tiempo de reponerla en su sitio y así evitará el castigo al pueblo de Jacobo!
Bereguet y Alba, miraban a todas partes. Norte, Sur, Este y Oeste…pero no encontraban la puerta por la que habían entrado a aquel paraíso, dando la voz de alerta:
-¡La puerta ha desaparecido!... ¿y ahora qué haremos?
¿Será este el castigo que nos anunciaba la voz antes de entrar por ella? ¿Será que quieren que nos quedemos aquí para siempre? Y Alba dijo:
¡Pero si esto no tiene forma de castigo porque estamos en un paraíso!
Teodora daba la razón a los chicos pero fue cuando Bernardo exclamó de repente:
-¡Anda si el paraíso se ha convertido en un infierno! ¡Fijaros en la fuente!
De la fuente brotaba agua rojiza, con vapores que parecían nubes. De los árboles colgaban telas de araña. En el aire volaban aves enormes que parecían monstruos…
Todos estaban asustados menos Lomesgana que con su flor en la mano veía como relucía como si fuese un diamante.
Fue cuando el pajarillo de la piedra volvió a escena y posándose en la mano de Lomesgana trinó con voz humana:
-¡Lomesgana deberá arrepentirse de lo que hizo y la puerta aparecerá. Será entonces cuando podréis volver al pueblo de Jacobo!
Entre sollozos, Lomesgana, articulaba palabritas de arrepentimiento, soltando por sus ojos unas lágrimas de dolor por el mal que había hecho. Cuando la primera lágrima tocó el suelo, la puerta apareció…
Salieron los cinco por ella  y se encontraron ante un pueblo lleno de humo a su alrededor y fuego saliendo de algunas casas. Parecía como si el mal se hubiese apoderado del entorno. Gente corriendo, cristales de tiendas rotos, peleas, gritos…
Bernardo dijo:
-Lomesgana, ¿De dónde cogiste la flor?
Hay que reponerla en su lugar de origen urgentemente para que el pueblo vuelva a ser el pueblo del amor y la bondad.
Vamos.                                                                                                   


       
Capítulo Nº 12 Lisette
        En medio de tanto humo y fuego, Bernardo divisó a lo lejos un resplandor que salía del suelo, todos corrieron hacia la luz. Al llegar se encontraron con un enorme agujero en el suelo.        Berequet gritó:                                                                                      -¡Vamos, corred todos, tenemos que saltar!                            Todos en orden fueron saltando, Bernardo esperó al final para saltar. El agujero no tenía mucha altura pero aun así se dieron un buen culazo.                                                                            Unos a otro se miraron y empezaron a reírse. Teodora dijo:                                                               -¡Chicos, mirad!                                                                              Estaban en un pasillo, la oscuridad era tan grande que no se veía el final, pero ellos sabían que tenían que tener valor y regresar la preciosa flor. Caminando con miedo llegaron al final y no encontraron salida, solo tenían dos puertas.                                       Al abrir la primera que era de madera vieja, se llevaron un susto enorme, había un hombre sentado, era muy viejo y con una barba larga y blanca y solo estaba alumbrado por unas velas.          Se acercaron hasta él y notaron que irradiaba paz y sabiduría.                                                                                Dijo el hombre:                                                                        -No tengan temor inicien un camino, tienen una misión por cumplir, usen su inteligencia, su fuerza y sobre todo tengan valor y verán que al final la flor llegará a su destino.                  Teodora fue decidida hacia la siguiente puerta, era distinta de todas las que habían visto hasta ahora. Era brillante, estaba llena de purpurina, lentejuelas y desde fuera podían oír mucho ruido, parecían tambores.                                                                      Alba dijo:-¡Rápido entremos me gusta esta puerta, creo que detrás encontraremos mucha alegría!                                             La decidida niña abrió y cual fue su sorpresa, todo era luz, color, música y mucha alegría.                                                              Teodora rápidamente dijo:                                                       -¡Esto es el carnaval sin ninguna duda!                                   Todos se quedaron mirándola como queriendo saber más. Ella empezó a contarles de que se trataba esa fiesta.                                       Empezaron a caminar entre la multitud, todo el mundo iba vestido con alegres y coloridos trajes llenos de lentejuelas, todo era brillo y color.                                                                               Teodora, Bernardo y los niños fueron avanzando entre los payasos, princesas, piratas……                                                                De repente Bernardo paró en seco y dijo:                                                                                                                                        -¡Mirad allí. Qué mujer más hermosa parece una reina! Y dijo Teodora:                                                                                                                                                                                       - ¡Si ella es, es la reina del carnaval ¡                 Todos caminaron hacia ella, era hermosa y su vestido también, medía mucho y también se veía que era muy pesado, brillaba más que ningún otro, realmente increíble.                                                                                                               Una vez delante de ella se presentaron y le contaron a la bella reina como habían llegado allí y cuál era la misión que les traía de cabeza.                                                                                                                                                              




Capítulo Nº 13 Iratxe
La reina del carnaval se llamaba Laura, les llevó a un sitio en donde se celebraban muchas actuaciones sobre el carnaval.
Entre esas actuaciones estaban, el concurso de murgas, el concurso de mascotas disfrazadas, también les dio la sorpresa de presentarles a una niña que se llamaba Sofía, era la reina del carnaval infantil, estaban con las dos reinas del carnaval en el escenario  del carnaval. Era una sensación extraordinaria, Teodora le preguntó por la hermosa flor a Bernardo.
- No tengo la flor, me he despistado con la emoción de estar con las dos reinas
–Teodora Hay que encontrarla, ayudadme!
Rápidamente Laura y Sofía se pusieron a buscar la flor con todos ellos. Había muchas mascaritas de todos los colores y muchos de ellos disfrazados de flor, estábamos tristes y asustados porque teníamos miedo a no poder encontrarla y terminar con la misión de salvar aquel pobre pueblecillo que estaba en sus manos. Había una señora disfrazada de gitana con una flor en la cabeza muy parecida a la de ellos, era de todos los colores y tan bonita. Bernardo fue corriendo hacia Teodora a decirle que mirara aquella señora que le brillaba algo en la cabeza. Bernardo y Teodora fueron corriendo hacia la señora, al llegar junto a ella vieron que no era la flor verdadera pero muy parecida hasta en lo que brillaba, pero no servía para culminar la misión. Entonces cuando todo el mundo estaba triste apareció un señor vestido de payaso, de entre la multitud, y les dijo que tenía algo que él creía que les iba a poner contentos,
-¡la flor! exclamó Bernardo !
- ¡Por favor! Exclamó Teodora – Si, sí la he encontrado en la escalera del escenario.
- Gracias, gracias decían todos y la felicidad se les veía en las caras, estaban contentos y felices porque ya podían terminar con la misión.
Las dos reinas iban a enseñarles un atajo para llevar la flor a su destino. Y fueron al pueblecillo por el atajo, que estaba lleno de todas clases de animales incluso algunos eran salvajes, de los cuales teníamos que escondernos. Pasar por ese atajo fue una aventura divertida y arriesgada, pero estaban dispuestos a cualquier cosa con tal de llevar la flor a su destino y poder salvar al pueblo


Capítulo Nº.14 Guayasen
Y cuando llegaron les resultó muy difícil entrar en la casa donde estaba la flor, cuando salieron vieron al pueblo sin guerras y en paz .Los del pueblo le enseñaron dos caminos por donde volver al colegio. Estaba el camino azul y el rojo y lo eligieron a cara o a cruz, cara era el camino rojo y cruz el camino azul. Lanzaron la moneda y salió cara, fueron por el camino rojo y les llevó a un jardín muy bonito. Se encontraron con un viejo sabio y les preguntó -¿Qué hacéis por aquí? y ellos le contaron la historia de lo que les había pasado y como le dio lástima, les dio para elegir una de las dos pulseras mágicas. Cada pulsera les transportaba a un sitio distinto y eligieron la lila y los llevó a una finca abandonada y había una persona que los perseguía. Ellos se echaron a correr del miedo que les dio y el hombre les dijo- no os haré daño-
 Ellos siguieron corriendo hasta llegar a otro mundo y se quedaron impresionados Teodora preguntó -¿cómo pasamos de un mundo a otro? y contestó Bernardo -no lo sé, porque la verdad nunca había visto nada tan impresionante como lo que estoy viendo ahora mismo.- luego dijo Bereguet -ya sé, tengo una idea- contestaron los demás -¿Cuál?- Dijo Bereguet. -Podemos buscar a un mago para que nos saque de este mundo en el que nos hemos metido- y para los demás fue una buena idea. Entonces salieron en busca de un mago, fue muy complicado encontrar alguno porque ellos no conocían ese mundo. Finalmente de tanto buscar dieron con uno, pero ese mago les propuso un reto a cambio de sacarlos de allí. Entre ellos dijeron que si porque era la única oportunidad que tenía para salir de ese mundo Lomesgana preguntó -¿y cuál es el reto?- Y el mago respondió -que uno de vosotros haga una carrera conmigo- Dijo Alba -yo me ofrezco voluntaria- pues finalmente hicieron la carrera y la ganó Alba, entonces el mago cumplió lo que les había prometido que era sacarlos de ese mundo…


Capítulo Nº.15 Pedro
Según salieron de la finca abandonada Teodora exclamó -¿dónde estamos?-  no sé pero el colegio no  es seguro,  entonces dijo Alba -ese maldito mago nos ha engañado-  pero Bernardo  sugirió que siguiéramos caminando y al rato encontraron dos ventanas,  una con un 1 otra con un 2  así que hicieron cara o cruz;  cara para la 2 y cruz para la  1 y salió… cara. Así que pasaron por la ventana 2 que les llevó al mundo del futuro. Bernardo dijo -¡Qué pasada!, había de todo, coches volando  y no había  autopista sino aeropista,  bueno todos se quedaron con la boca abierta. Alba dijo -¡vamos ya! que tenemos que intentar llegar al colegio.  Pues se pusieron en marcha, pero  Alba se paró en seco y dijo –oye, ese no es el colegio del futuro-, así  que entraron. Iban caminando  y Bernardo se cayó dentro de un pozo que resultó ser un túnel para viajar de mundo en mundo. Preocupados  se metieron todos  y les llevó al mundo fantasía.  Era demasiado raro, había personas con 5 brazos. En ese momento dice Alba -claro por eso se llama el mundo de la fantasía-   pero siguieron de largo.  Había  casas del revés, Teodora se quedó asombrada. Siguieron caminando a ver si salían ya.
 Es que no se querían encontrar con más sorpresitas.

Pero hubo otra sorpresa. Un vampiro pero era vegetariano.  Así que hicieron un pacto con el vampiro, Teodora le hacía una ensalada y él les sacaba de  aquel mundo de la fantasía

Y al final salieron de aquel mundo.


Capítulo Nº.16 Giovanni

Al día siguiente después de descansar y recuperarse de todo lo que habían vivido, decidieron seguir investigando lo que estaba sucediendo en la compuerta de la clase; la sorpresa es que todo había vuelto a la normalidad y la clase y el colegio era lo que había sido siempre, un lugar tranquilo.

Entonces deciden irse de excursión para que los niños se recuperasen de lo vivido en el colegio, y olvidar aquello mundos de fantasía y miedos.

La excusión fue a un hotelito rural perdido en un campo muy lejano, donde había un silencio y una tranquilidad idónea para el momento.

Pero no sabéis lo que iba a ocurrir……

El primer día cuando van a la cena, Alba, Bereguet y Lomesgana se van al baño para lavarse las manos y asearse un poco, pues han estado jugando todo el día y sus manos eran marrones de la tierra.

Su sorpresa fue que en un lugar del baño había una compuerta idéntica a la de la clase, ellos asustados salen corriendo en busca de Teodora y Bernardo. Pero ellos ya no estaban, todo era muy extraño ya que estaban solos, y con la compuerta cerca de ellos.

Alba que era la más curiosa, convence a los hermanos Bereguet y Lomesgana para entrar en la compuerta y  ver si allí era donde estaban sus profesores.

Tocan la puerta y sale un hada mágica llamada Brillito, se dieron cuenta enseguida que Brillito era un hada muy buena. Ella  era quien les iba a ayudar a encontrar a sus profes.
-¡Hola! Mi nombre es Alba, estos son  Bereguet y Lomesgana estamos buscando a nuestros profesores, no sabemos donde se han metido-
- Vale no os preocupéis yo los ayudares a encontrarlo, seguidme-

Esta vez deciden ir por el tercer pasadizo; por ahora todo estaba tranquilo, Brillito les servía de luz, pues estaba todo muy oscuro.

Alba, le pregunta-¿Brillito que haces aquí sola?,
- No estoy sola mi familia y amigos están al final del pasadizo, yo he venido a ayudaros.

A mitad del pasadizo dos puertas, en una de ellas había un duende muy burlón, y en la otra un búho dormido, y después de echarlo a cara o cruz, sale la puerta del búho. Entran muy despacito para no despertarlo se  llamaba Harry Potter, al menos eso ponía en la placa de la puerta.

Ya llevaban tres horas caminando y seguían sin encontrar a sus profesores, de repente caen en un agujero, era como un tobogán larguísimo no se veía el final, ven un arco iris y entran al maravilloso mundo de los helados y los dulces.

Todo flotaba entre nubes de azúcar, olía a caramelo, a chocolate; Bereguet dice- ¡Que hambre tengo! Le suenan las tripas, Lomesgana y Alba no se como puedes tener hambre si aún no hemos encontrado a Teodora ni a Bernardo.

¡Ohhhhhhhh! es que huele más bien, ¡Me encantan los helados, dulces!, ¡Uffffffffff ¡ yo me quedo aquí una semana y no veas me pongo morado.

-Déjate de soñar y vamos a seguir buscando.

Brillito dice- ¡Vamos a ir al Castillo! A lo mejor allí saben donde están vuestros profesores, vale seguiremos caminando pero iremos comiendo algo por el camino, tres helados, golosinas, algodones de azúcar, manzanas de caramelo y muchas cosas más, ¡Vale Glotón! -Dice Alba.

Creo que ya estamos más cerca  de  Bernardo y Teodora dice-Brillito, que los percibía con su olfato,- Dice Alba, ¡bien! así podremos irnos a casa a descansar que con todo esto sin descanso nos hemos quedado, pues ya sabes se van ustedes yo me quedo aquí, por y para siempre –Dice Bereguet……………




CAPÍTULO  17  YAIZA

Como no había profesores ni nadie que les observaran, comieron golosinas hasta más no poder. Regalices, chocolates, helados, caramelos… Estaban hartos de tanto masticar y lo que les apetecía era un gran vaso de agua fresca, pero por más que miraban por allí no había nada con que refrescarse.
Brillito les indicó que más adelante, siguiendo el camino que iba hacia la loma, podrían encontrar un sitio donde saciar su sed. Se despidieron de la dulce hada y pusieron rumbo a donde les había indicado.
Después de dos horas de marcha, con la garganta seca y con un calor insoportable, vieron a lo lejos un inmenso árbol y junto a él dos grandiosas puertas.
Llegaron, se pusieron a la sombra y vieron como en las puertas había unas inscripciones. En la de la izquierda que era azul decía “Fuente de los sueños” y en la de la derecha que era amarilla “Silbidos milagrosos”.
Alba, Bereguet y Lomesgana querían ir donde hubiese agua, pero no estaban seguros de cual sería el camino correcto. Sabían que las cosas nunca eran lo que parecían.
Decidieron hacerlo como siempre, lanzando una moneda al aire. Si salía cara irían por la puerta azul y si salía cruz por la puerta amarilla.
Bereguet lanzó la moneda y salió cruz. Decididos se acercaron a la puerta que les había tocado cuando sin esperarlo apareció un búho.
-¡ Antes de entrarahí me lo pensaría dos veces!- Dijo el búho mirándolos fijamente.
¿ Quién eres ? Preguntó Lomesgana.
-Soy Owa, el cuidador de las puertas y quiero deciros que no todos pueden entrar al mundo de los silbidos milagrosos.
¿ Porqué ? Preguntó Alba.
-Porque si no sois capaces de silbar como os diga la Encantadora de sonidos jamás podréis salir de ahí.
-Os quedareis en un mundo donde todo está oscuro y solo se escuchan voces murmurantes que hablan de cosas feas de vosotros, que os dicen que hagáis lo que no debáis y donde no volveréis a ver nunca más a vuestros amigos y familiares.
Los tres se miraron atónitos ante lo que escuchaban.
Decidieron cambiar de puerta y  preguntaron a Owa que se encondía tras la puerta azul, a lo que el búho respondió que no podía contarlo pero que encontrarían parte de lo que buscaban.
Alba, Bereguet y Lomesgana le dieron las gracias a la rapaz y traspasaron la puerta izquierda.
Al principio todo estaba oscuro, pero poco a poco los ojos de los niños se acostumbraron a la poca luz. Vieron una pequeña fuente de donde manaba agua. Los tres sin pensarlo se acercaron y no levantaron la cabeza hasta que saciaron su sed.
Empezaron a sentir somnolencia, los párpados les pesaban y el sueño se apoderó de ellos.
Bereguet se quedó asombrado cuando vio que había como una gran cripta. Rápidamente llamó a Alba y Lomesgana e inspeccionaron el lugar. Al parecer se trataba de una cámara funeraria, tal y como ellos la habían visto en algún libro de ciencias.
Lomesgana se fijó en una inscripción
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Intentaba hacer memoria de donde había visto esa imagen y entonces recordó que su padre se lo había enseñado en un libro que trataba de faraones,
-¡Ya lo tengo, se trata de Nefertari!
-Pero como va a ser Nefertari, eso querría decir que nos encontramos en Egipto. Contestó Alba.
Lomesgana contó que ella había leído que Nefertari había sido la mujer de Ramses II y que la llamaban Amada de Mut.
-¡Estamos en el Valle de las Reinas, en el corazón de Egipto! Dijo Bereguet.
En ese mismo instante empezaron a escuchar unas voces. Voces que les eran conocidas. Parecían las de Teodora y Bernardo.
Lomesgana pensó ¡Estamos despiertos o aún estamos dormidos!

             
CAPITULO 18: BORJA                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         
Entonces escuchó un ruido, como de un pasadizo. Al fondo de éste había dos puertas, en una había una flor y en la otra había un zombie. Entonces no lo lanzaron a cara o cruz, ya lo tenían todo decidido. Al entrar fuimos por un sitio muy oscuro y había un tablero en el que ponía que las dos puertas no era lo que el dibujo parecía, los dibujos estaban mal colocados. Entonces un zombie mordió a Alba, Alba estaba a punto de ser convertida en un zombie. Deciden ir por un pasadizo que los llevó ante un mago, el mago les propuso que si quería ver a sus profesores y que Alba no se convirtiera en un zombie, tenía que ganarle en una competición de comer. Bereguet se apuntó hacer el reto. Alba y Lomesgana no pararon de traer dulces para que Bereguet se los comiera. Cuando los dos ya no podían comer más, Bereguet aguantó mucho más que el mago, porque él quería que sus profesores estuvieran con ellos y que Alba se recuperara de la infección.
Entonces el mago honrado  hizo cumplir el reto que él había puesto.
Cuando vieron a sus profesores se emocionaron  muchísimo porque hacía tiempo que no los veían.
El mago los envió a otro mundo. ¡Eran extraterrestres¡ que sabían hablar el idioma de las personas, se hicieron amigos de muchos extraterrestres. En ese mundo no había atmósfera, sino que los marcianos eran tan inteligentes que habían construido un campo protector para que no habitaran ese planeta. Pero atento, tenían casas tan duras como si a lo mejor entraran en ese planeta, aunque fueran rayos fulminadores, las casas no se romperían.
Entonces se encontraron una cueva, en esa cueva habían dos puertas, una con el número 10 y en la otra el número 20 y la cara de la moneda era el 10 y la cruz el 20, entonces salió cruz y fueron por la puerta 20 y nadie sabría lo que les esperaría detrás de aquella nueva puerta.


CAPÍTULO 19, Miguel.
Al pasar por la puerta había una especie de selva, no se podían imaginar donde se encontraban hasta que escucharon un rugido que provenía de detrás de ellos, se giraron y descubrieron que era un dinosaurio, según lo que habían aprendido era un velozirraptor. Corrieron sin parar hasta que encontraron una cueva en la que poder esconderse. Cansados y deseando salir de ahí encontraron un agujero y fueron a por él, al salir había un lago con agua cristalina y bebieron sin parar pero de repente oyeron un crujido ¡era un huevo enorme! Se acercaron y del huevo salió un dinosaurio, era un triceratops y decidieron quedárselo.
Siguieron su camino en busca de una nueva puerta.
Después de la caminata descansaron en la sombra de un árbol y aparecieron dos puertas, una azul que ponía los mares del Caribe y una verde que decía la jungla, lo echaron a suerte lanzando una moneda, la azul era cara y la verde era cruz. Salió cara.
De repente se encontraban en un barco de madera muy antiguo –creo que es de piratas- dice Teodora y de repente algo les golpeó la espalda se giraron y había un hombre que nos preguntó ¿estáis listos para la busca del tesoro de hoy? estaban tan aterrorizados que no se negaron a hacer lo que les pidiesen. -Nos dirigimos a la isla de Gran Canaria, dijo el pirata.
Al llegar a Gran Canaria atracaron el barco y fueron a buscar el tesoro.
El tesoro estaba enterrado en un lugar muy alejado de la costa, caminaron durante horas y por fin llegaron al lugar señalado, que ahora se llama Pico de las Nieves.

Al llegar, subieron la montaña y cogieron el tesoro, de repente salieron dos puertas, una lila y otra blanca…

CAPÍTULO 20, Sualem.
Entonces, al coger una de esas dos puertas decidieron echarlo a suerte. La cruz era la blanca y la lila era cara… y…! Salió cruz, decidieron ir por la puerta blanca. Allí se encontraron con unas tierras muy bonitas llamadas Andalucía. Ellos no sabían dónde estaban y de repente, Alba se encontró con un gitano, y le dice Alba –oiga señor ¿puede decirnos dónde estamos? Y el gitano le dijo –pero a ver, ¿tú no sabes que estamos en las tierras más bonitas del mundo? Pero entonces los chicos empezaron a quedarse mareados y… ¡PLUFFFF! Ya despiertos, estaban en otro sitio diferente, lleno de piratas y extraterrestres. Los demás fueron huyendo, hasta que cogieron a Bereguet y lo mandaron al calabozo, lo llevaron para Sevilla. Ellos no sabían dónde era ese sitio. Y empezaron a buscar y a buscar y a buscar pero un hombre les dijo -¿qué estáis haciendo? Y le dijo Teodora –oiga señor ¿usted sabe dónde está Sevilla? y dijo el hombre – ¡a ver!, estamos en Sevilla,  y dijo Teodora – ¡AAAHHH! pues ¿sabe usted dónde hay un calabozo aquí? Y le dice el señor-si está………… ¡mmmmm! no lo sé, pero mira el mapa que está allí en la siguiente rotonda. Vieron el mapa y decidieron ir hacía el calabozo dónde estaba preso Bereguet. Ya habían llegado. Había muchos piratas, mínimo 50 y pico, decidieron ir por las alcantarillas pero había una docena de extraterrestres, pues aprovecharon a darle la cría de Triceratops. Los extraterrestre se quedaron ilusionados y entretenidos, los chicos aprovecharon a entrar en la celda a buscar a Bereguet que estaba escondido en un agujero, y empezaron a cavar entre todos y llegaron fuera, y de repente…había cuatro puertas, una verde, otra naranja, otra negra y la otra amarilla y ahora ya no necesitaban la moneda y utilizaron…


Capítulo 21 Carla
Una llave que estaba escondida bajo la única rosa roja que quedaba en ese mundo, Bereguet metió la llave en todas las cerraduras y se abrió la puerta negra, le daba mala espina.
La abrió del todo y se encontraron con un elfo.
Alba dijo-¿Cómo te llamas?- y el elfo le responde-Tiritintin-
-Tiritintin, ¿me puedes decir dónde estamos?-dice Teodora
Y le responde Tiritintin-en un sitio muy especial para mi ¡Zaragoza!-y le dice Alba-¿y tú que haces aquí?-pues porque me gusta estar aquí -dice Tiritintin. -Os voy a llevar a mi casa- dice Tiritintin -¿Dónde está tu casa?-dice Bernardo.-en Avanti- dice Tiritintin. Después de media hora caminando, llegan a su destino Avanti. Entran a su casa y dicen todos a la vez-¡Qué bonito!-
Todos los muebles eran de oro e incluso la televisión y el ordenador. La casa hasta por fuera era de oro, la lámpara era de diamantes lo único que tenía normal eran las bombillas. Que no eran amarillas eran rosas, azules y lilas. Todo muy raro. –os voy a presentar a mis cinco hijos y mis cinco hijas-dice Tiritintin.-este niño se llama Guillermo, este otro se llama Steven, este otro se llama Adrián, este otro se llama Aitor y el último se llama Víctor, esta niña se llama Carla, esta otra Iratxe, esta otra se llama Lisette, esta otra se llama Eyerus y la última se llama Natasha- dice Tiritintin.  -Qué nombres tan bonitos-dice Alba -¡uy ya viene mi novia!- dice Tiritintin. Cuando entra un hada preciosa por la puerta, sus alas eran muy grandes llevaba en las manos, diez bolsas, era un hada rosa ¡era el hada del amor!, en ese instante pensó Bernardo-¿Cómo se llamará?, ¿Qué habrá dentro de esas bolsas?, ¿Será buena?-Bernardo se estaba comiendo el coco. Dice el hada -Hola, me llamo Amorosa, soy la novia de Tiritintin, y la madre de todos estos hijos e hijas-. -perdona ¿sabes cómo podemos salir de aquí?-dice Teodora –sí, venid, seguidme-dice Amorosa. Llegaron a una cueva y ay habían nueve puertas una azul, otra rosa, otra azul y rosa, otra verde, otra naranja, otra amarilla, otra roja, otra roja, naranja y amarilla y la última marrón. Ninguno de ellos tenía ni una moneda, ni una llave, pero si una margarita y empezaron a arrancar los pétalos y diciendo sí, no, nunca. Así hasta que todos los pétalos se gastaran y cogerían esa puerta. Eligieron la azul y rosa. Se despidieron del hada y se fueron a un nuevo mundo…

Capítulo 22 Paola
Al  entrar al  nuevo mundo se encontraron  en una ciudad, Roma. Ahí  estaban la reina de Roma, llamada Irene, sus dos hijas gemelas llamadas Paola y Yaiza y sus dos primas Daisy y Peach. Teodora les preguntó-¿Dónde estamos? Y la reina les contestó-¡En Roma! Teodora y Bernardo al oírlo se quedaron con la boca abierta. Daisy y Peach les enseñaron las puertas mágicas del castillo, Bernardo preguntó - ¿Y todas esas puertas, a dónde llevan? Paola y Yaiza les contestaron-¡A diversos mundos! Las princesas les dijeron  que podían elegir una de las puertas. Las puertas tenían marcadas unas iniciales. Ellas le dieron una llave y tenían que intentar abrir la puerta que era. Ellos escogieron la llave con  la inicial B. Abrieron la puerta y vieron que era un gran laberinto, tenían que cruzar el laberinto, Teodora preguntó muy asustada-¿tenemos que cruzar el laberinto entero? Y la reina contesto-¡sí!, cruzar e intentar coger la llave mágica del castillo. Teodora y Bernardo se estaban preguntando cómo pasarían el laberinto solos, la reina Irene les dijo – ¡Con vuestra valentía y con vuestra fuerza podréis cruzar el laberinto! Ellos decidieron que  iban a saltarlo por fin, y la reina Irene se despidió de ellos -¡Buen viaje! Al pasar al laberinto no se creían lo que estaban viendo, era enorme, pero lo que estaban viendo no era nada real, caballos   volando, sirenas,  perros escupiendo fuego; al verlo no se lo creían. Bernardo le preguntó a Teodora - ¿Teodora esto es real? Teodora contestó –  Yo tampoco lo se, Bernardo. Al final del laberinto Bernardo y Teodora vieron un pozo, ellos se acercaron para verlo pero algo les impulsó, y Teodora y Bernardo se cayeron dentro del pozo y no sabían cómo podrían salir de aquel laberinto. Lo que ellos no sabían era que la reina Irene tiene un telescopio que podía ver las cosas desde muy lejos y podía informarle de que alguien estaba en apuros, en ese instante el telescopio le informó de que Bernardo y  Teodora estaban dentro de un gran pozo con mucha profundidad, la Reina  Irene, las hermanas gemelas y las primas fueron en busca de Bernardo y Teodora, al llegar al laberinto encontraron el pozo y les vieron, cogieron una cuerda. El  peligro  era  que  el  pozo  se  estaba llenando de agua y  por  eso se dieron prisa en sacarlos , la reina, las gemelas y las primas los sacaron, Teodora dijo - ¡Muchas gracias, a todas! Regresaron al castillo, pero no pudieron coger la llave mágica del castillo, Teodora dijo - ¡Pero, no hemos cogido la llave del castillo! La reina  le contestó – Da igual, era solo una prueba y la superasteis por vuestra  valentía, lo conseguisteis. Ellos escogieron la puerta mágica del reino de LAS MARIPOSAS PURPURINAS, Bernardo y Teodora se despidieron de todas ellas: la reina,  las gemelas y las primas.


Capítulo 23 María.
Tras cruzar la puerta, Bernardo y Teodora no pararon de hacerse preguntas , qué había sucedido, dónde estaban Lomesgana, Bereguet y Alba, por qué no habían aparecido en Roma, estarían aún en Zaragoza… tantas dudas les tenían desconcertados.
No querían volver para atrás, pero tampoco deseaban continuar sin los niños, qué dirían los padres de los alumnos, sería una irresponsabilidad.
Decidieron volver a Roma y buscar el modo de localizarles. Teodora rebuscó en su bolso, que como todo bolso de mujer tenía de todo y aparecieron  pintalabios, espejo, tiritas , cartera, toallitas y el móvil….
.-“Perfecto”,  dijo Teodora a Bernardo, “Confiemos en que haya cobertura y que Alba no haya hecho caso de la norma, prohibido móviles en el colegio y lleve el suyo encima”. La directora abrió  la lista de contactos A……Alba. Marcó y esperó, los segundos se le hicieron  horas.  De repente se oyó la chillona voz de Alba, “Sííí…, profe…  dónde estáis, llevamos buscándoos  horas,  hasta nos ha dado tiempo para bañarnos en el río Ebro”.
Teodora aliviada respondió: “! Eso quiere decir que aún estáis en  Zaragoza!
.- Claro que sí, respondió Bereguet, quitándole el móvil a su amiga. ¿ Y vosotros donde os habéis metido?
.- En Roma, contestaron al unísono,  hemos vivido una larga aventura que ya os contaremos, pero primero tenemos que buscar la manera de encontrarnos.
.- ¿Qué tal si buscamos un punto para juntarnos?, propusieron  los profesores. Los tres niños sugirieron ir a Polonia, total con la imaginación parecía que se podía viajar a cualquier parte, incluso a donde no se quería.
A los profesores les pareció una buena idea, ellos después de todo lo vivido, también creían en el poder de la imaginación.
Bernardo propuso que los cinco pensasen a la vez, muy concentrados en algo especial de Polonia. A todos les vino la misma idea, los partidos de España en la Eurocopa.
Tanto se concentraron,  que aparecieron vestidos con el traje de la selección en las gradas de un campo de fútbol gritando “A por ellos oéé, oéé …”
Pero algo extraño sucedía en el césped, nuestros jugadores estaban  paralizados sin poder moverse…
                                                                


Capítulo 24 Clara
Bereguet dijo- ¡No me lo puedo creer!, como no hagamos algo perderemos el partido. Teodora contestó –Pero si el otro equipo también está paralizado y apunto de marcar un gol.-Los chicos con sus profesores caminaron hasta el centro de la ciudad, todos se preguntaban que había sucedido. Al llegar a la plaza central se dieron cuenta que todas las personas  estaban  paralizadas y el reloj de la plaza estaba roto, entonces Teodora dijo- ya se lo que pasa, esto mismo  lo he visto en una película.-Bernardo dijo- ¿Qué tenemos que hacer?-Teodora  respondió -Arreglar el reloj  y ponerlo en marcha .Así hicieron, Teodora buscó en su bolso y encontró un destornillador. El grupo dijo-bien.-Y se pusieron a arreglarlo. A media tarde toda la ciudad estaba moviéndose.            
Los profesores y los niños se despidieron de la selección y se fueron en busca del mago Kingo. A media noche llegaron al castillo y hablaron con el mago Kingo Él les enseño dos puertas una con telas de araña y la otra con letras.
Los niños y los maestros optaron por la de las letras. Llegaron a una ciudad. Era pleno verano, las personas estaban en la playa bañándose, el clima era estupendo y el cielo azul. Los chicos se encontraron con unos señores que iban bajando una cuesta, eran mayores y llevaban a dos niñas de las manos. Alba les dijo-perdone ¿me podrían decir donde estamos ahora mismo?-Ellos les dijo- estáis en Santander, permíteme que nos presentemos, yo me llamo Ricardo, esta es mi mujer Clara y estas niñas son mis nietas llamadas Clara y Alba que vienen desde Canarias a pasar el verano y ¿vosotros quienes sois?-Teodora dijo-soy Teodora, estos son Bernardo, Alba, Lomesgana y Bereget.-Ricardo les dijo-queréis venir con nosotros vamos a dar un paseo por la paya del camello
Y si queréis os podemos decir algunos sitios aquí en el sardinero y en el centro, donde podéis comer bien. Al llegar a la playa Ricardo les dijo- eso que se ve allí a lo lejos en la montaña es el castillo de la Magdalena.-Alba le preguntó-¿sabes cómo se sale de aquí?-Clara le respondió - ¿queréis ir a Rota?-Bereget la dijo ¿dónde está eso? -Clara dice-está en Cádiz y ahora mismo me iba a ir con mi hermana para allí, ¿queréis venir?-Bernardo dijo-vale, estamos deseando-Lomesgana dijo-¿Cómo vamos a ir?-Clara - en mi avión privado que está aterrizando en plena calle.-
Los abuelos de la niñas gaditanas se despidieron .Al llegar a Cádiz, Alba dijo-¿esto es Rota?-Alba y Clara se rieron-¡pues claro que no!,! esto es Cádiz! Y no sé como ir a Rota porque el vaporcito se ha hundido, ¡tengo una idea! Pero necesito un móvil –Alba dijo-yo tengo uno, si quieres puedes llamar con Él-Clara dijo-¡Gracias! Voy ha llamar a unos amigos del Puerto Santa María que es donde nací y he vivido de pequeñita-marca el número y dice Clara-Hola Javi le puedes decir a Joaquín que venga a buscar me en el coche, que es que estoy en las amarras del vaporcito y son las siete y media y a las diez es la “alumbrá” de la feria .- Javi le dice-claro Clara dentro de diez minutos esta allí Joaquín y lleva en el maletero del coche los vestidos de gitana.-Clara dice-vale , adiós.-Clara le da el móvil a Alba y le da las gracias. A los diez minutos esta Joaquín en la puerta. Todos se suben y van camino de Rota. Al llegar Clara y su hermana se ponen el traje de gitana y se preparan para ir a la feria .Lomesgana dice-¿qué  pasa todo está en blanco y negro…….?

Capítulo 25 Carmen
De repente  se escucho un grito-Bereget dice-¡chicos mirad allí una sombra!- Lomesgana miró y vio que era verdad ella al final no lo creyó pero en ese instante se había preocupado  no dijo nada para que no se alarmasen. Después, compraron un billete y se fueron a… ¡¡Argentina!! Por  suerte  Teodora tenía una prima allí y se llamaba ¡¡Pepa!! Sabía  donde vivía, la fueron a ver, la prima se había emocionado porque hacia tanto tiempo que no la veía que hasta la abrazó con fuerza: Teodora dice-prima Pepa ¡te echaba de menos! ¿Cuánto hace eh…?.Bueno yo te  quería pedir una cosa si es que puedes. Pepa dice-¡pues claro que sí!, lo que sea por mi primita del alma -Teodora con la cara muy contenta le dice -¿tú has visto una sombra por aquí?  ¡No!-dice Pepa temblando. Teodora la mira con cara de extrañada. Cogió su libreta que le había regalado Bereget por su cumpleaños y apunta algo, no sabían lo que era, pero seguro que era relacionado con la prima. Alba estaba enferma, al parecer era un virus mortal. Dice el médico que  se pondrá bien en unas… tres semanas. Más tarde, encontraron tres puertas, una era de color azul que ponía el nombre de Carla R. , otra era de color verde el nombre era Natasha y la otra era del color negro y lila parecía que esa era de miedo ,pero los chicos no se rendían y cogieron el… ¡¡Azul!!.






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